Cuando los padres de Iris Grace supieron que su hija era autista, pensaron en todas las formas para mejorar la comunicación con su hija, que presentaba aspectos de su condición como evitar el contacto visual, no hablar nada, dormir muy mal o ser muy obsesiva. Les hablaron de que los perros, por ejemplo, son terapéuticos para estos críos. Pero Iris no se llevaba bien con los canes. También probaron con los caballos. Pero nada. Hasta que, por casualidad, tuvieron que quedarse al cuidado del gato de otro de sus hijos, entonces vieron una gran conexión entre este animal y su hija. Buscaron una raza que fuera amable, paciente y calmada y Thula llegó a sus vidas… Para resultar ser el alma gemela para esta niña. Nunca más se separaron.
Desde entonces, Iris y Thula hacen todo juntas. ¡Incluso nadar! Para sus padres, esta gatita ha sido una bendición, porque le ayuda a hacer cosas que de otra forma sería imposible. Thula duerme como un lirón porque su gatita la calma. Y lo más increíble de todo es que ha comenzado a hablar. Aunque sea, a Thula. Es como si la gata diera seguridad a esta niña. Un ejemplo más de cómo los animales pueden resultar de gran ayuda, sí, ¡incluso los gatos!
Historias como estas suceden cada día en CiviClub.org, el primer club que recompensa las cosas buenas que haces por tu entorno. Regístrate ahora y empieza a hacer #cosasbuenas, ganar Civis y convertirlos en regalos y donaciones. Bienvenid@!
Categorías:¿SABÍAS QUE...?